La verdad sobre la perimenopausia y la menopausia

by GM

Durante muchos años, cuando escuchaba la palabra menopausia, pensaba en mujeres mucho mayores, casi en otra etapa de la vida.

Pero con el tiempo descubrí que la perimenopausia, esa transición que ocurre antes de la menopausia, puede comenzar hasta diez años antes, incluso desde los 35 años. Y en algunos casos, puede presentarse mucho antes, como en mujeres que han tenido una menopausia quirúrgica.

También creía que la menopausia se trataba solo de los sofocos, los bochornos o los cambios de humor.

Y que era el comienzo del “declive” de una mujer.

Nada más lejos de la realidad.

Hoy sé que la perimenopausia puede involucrar más de 20 síntomas diferentes: desde alteraciones del sueño, cambios en la composición corporal y en el metabolismo, hasta pérdida de masa muscular, resequedad vaginal, ansiedad o dificultad para concentrarse.

Y lo más importante es que no es solo una etapa hormonal, es una ventana de oportunidad para definir cómo será la segunda mitad de nuestra vida.

Porque lo que hagamos ahora —nuestra alimentación, ejercicio, descanso y manejo emocional— va a determinar nuestra salud ósea, cardiovascular y mental en los próximos años.

Es crucial abordar esta etapa de forma integral:

⚕️ médica,

🧠 psicológica,

💪 fisioterapéutica,

🥗 nutricional,

y 🎯 con coaching de salud.

Este abordaje debe estar enfocado en ayudarte a entender tu cuerpo, optimizar tus hábitos y rediseñar tu bienestar desde la ciencia y el propósito.

📊 Dato SAVI: Durante la perimenopausia y la menopausia, la pérdida de masa muscular puede acelerarse hasta un 8 % por década, y eso influye directamente en tu metabolismo, tus hormonas y tu energía.

Por eso, el consumo de proteína se vuelve clave.

La recomendación general para mujeres en esta etapa es consumir entre 1.6 y 2 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal al día.

Por ejemplo, una mujer de 60 kg necesita entre 95 y 120 g de proteína diaria, distribuidos a lo largo del día.

Fuentes de proteína de alta calidad incluyen:

– huevos, pescado, pollo, carne magra,

– legumbres, tofu y quinoa,

– y suplementos como proteína de suero o vegetal, si la alimentación no cubre el requerimiento.

Además, el entrenamiento debe centrarse en ganar o preservar masa muscular, especialmente con ejercicios de fuerza, que no solo moldean el cuerpo, sino que protegen los huesos y mejoran la sensibilidad a la insulina.

Esta etapa no marca el final de nada.

Es el inicio de una versión más fuerte, más consciente y más sabia de nosotras mismas.

✨ Acompañamos tu transformación desde la ciencia, el movimiento y el propósito.

El programa hormonal de SAVI está diseñado específicamente para esta etapa.

Agenda una Discovery Session para decubrir más.

Siguiente
Siguiente

Cuando tuve que alzar la voz: mi historia de gaslighting médico y renacer con endometriosis